Ayer fue un día complicado…hace rato que no me dedicaba a revolver pensamientos, a remover recuerdos buenos y no tanto…retrocedí en el tiempo y me di cuenta de que he compartido caminos con un montón de personas de las que he aprendido bastante sin quizás darme cuenta en el momento en que lo hacía…me siento responsable, y creo que es eso lo que me puso mal y estuve todo el día con un ¡ánimo del demonio!, no quería nada, estuve todo el día encerrada en mi dormitorio intentando poner caras amables cada vez que mis viejos se acercaban a contarme las últimas travesuras de mis sobrinos, o que querían hacer tal cosa o, simplemente, cuando se paraban en la puerta a regalarme una sonrisa de esas que, sin necesitar palabras, dan una sensación de acogida impresionante. La verdad es que en casa pasó piola, he aprendido a disfrazar esos momentos para no preocupar con mis tonteras a los viejos, tienen bastante con todo lo que les ha pasado…el problema es que a mis amigos no puedo ocultarles nada…según ellos se me nota en la voz, en los ojos, hasta en las letras…¡o sea!... desde hace un tiempo he tenido un apoyo importantísimo, un refugio incondicional y, bueno, una vez más estuviste ahí y que genial poder agradecer todo tu cariño y sutileza para ayudarme a salir de estas cosas extrañas. Esta vez fue un encuentro distinto…me di cuenta de que estoy invadiendo demasiado tus espacios, anoche lo hablamos, sé que no estás de acuerdo pero seamos realistas, es cosa de recordar todo lo que hemos hecho y te darás cuenta de que hay algo de razón en lo que planteo…no quiero ser una carga, agradezco infinitamente tu amistad y tampoco digo que se acabará…sólo que es importante que tengas tus espacios y que yo aprenda a salir de estas cosas sola, no puedo depender (aunque a veces me gana) siempre de otros para poder solucionar mis cosas…lo sé…es parte de mi patología ja!... pero ya que se han hecho concientes los distintos aspectos que la componen, debo aprender a manejarla…
Que divertido, a pesar de que pretendo “liberarte” de mis cargas, como tú mismo dijiste…”mi inconsciente dejó las hojitas y el libro en tu casa”…intentaré estar más atenta a esas manifestaciones ja!... bueno, en esas hojas está escrita la responsabilidad más grande que he sentido luego de querer responder a las expectativas de mi familia… y es responder a la confianza que en mí depositaron todos mis amigos, compañeros de la vida, y literalmente de la vida…desde muy pequeños hasta que el sendero de la educación dividió nuestros destinos… espero no defraudarlos ni defraudarme… creo que el darme cuenta de que todo lo que he vivido, desde hace ya un buen tiempo, y lo que sigo viviendo, responde a mis acciones, me ha hecho ver las cosas de otra manera…sí, sé que siempre me dicen que debo dejar de cuestionarme tanto…sorry, pero si veo que pude evitar algunas cosas, creo que es necesario cuestionarme y evitar repetir errores, lamentablemente en algunos contextos no me ha servido (he caído una y otra vez, en el mismo escalón ja!)...pero en otros sí, y mucho…he aprendido que con un abrazo, una mirada, con sólo escuchar…puedes ayudar bastante, más que con una visión optimista que, como ayer comentábamos, a veces no es lo que se busca…también aprendí a decir que “No” entendiendo que quienes de verdad nos quieren comprenderán que ese “No”, no tiene que ver con un quiebre en la relación, sino con la confianza de poder manifestar lo que se acepta y lo que no… lo más importante…aprendí a decir “Te quiero”, dos palabras que algunos lanzan al aire como aviones de papel que caen en cualquier lugar, sin peso alguno, sin mayor complicación…esas dos palabras para mí eran un mundo, cuando alguien me las regalaba, a lo más podía responder “yo también”…ahora no, ahora puedo decirlas…claro, no las entrego porque sí…pero cuando las digo, llevan una carga emocional importante porque de verdad las siento y ya no tengo miedo a lo que recibiré como respuesta, entendí que cuando son sinceras no esperan algo a cambio (aunque siempre es lindo recibirlas de vuelta jejeje). Y así, he aprendido tantas cosas… pero aún no aprendo a desligarme de aqueño que me daña…lo busco, lo acepto y lo impregno de optimismo hasta que ya logro darme cuenta de que he vuelto al mismo círculo vicioso…ya pasaste tu ciclo…yo sigo en el centro del mío…me alegra saber que estás listo para seguir volando…sabes que cuentas conmigo para todo…ok…para dar lugar a lo que sigue esta especie de disculpa-agradecimiento-evaluación-etc-etc-etc, insisto, estoy en el centro del proceso… espero no retroceder porque los primeros pasos fueron los más duros…aunque si eso sucede, ya habré recorrido esos lugares y supongo que buscaré otras alternativas…no puedo terminar porque faltan conversaciones…que sea lo mejor para todos…
Que divertido, a pesar de que pretendo “liberarte” de mis cargas, como tú mismo dijiste…”mi inconsciente dejó las hojitas y el libro en tu casa”…intentaré estar más atenta a esas manifestaciones ja!... bueno, en esas hojas está escrita la responsabilidad más grande que he sentido luego de querer responder a las expectativas de mi familia… y es responder a la confianza que en mí depositaron todos mis amigos, compañeros de la vida, y literalmente de la vida…desde muy pequeños hasta que el sendero de la educación dividió nuestros destinos… espero no defraudarlos ni defraudarme… creo que el darme cuenta de que todo lo que he vivido, desde hace ya un buen tiempo, y lo que sigo viviendo, responde a mis acciones, me ha hecho ver las cosas de otra manera…sí, sé que siempre me dicen que debo dejar de cuestionarme tanto…sorry, pero si veo que pude evitar algunas cosas, creo que es necesario cuestionarme y evitar repetir errores, lamentablemente en algunos contextos no me ha servido (he caído una y otra vez, en el mismo escalón ja!)...pero en otros sí, y mucho…he aprendido que con un abrazo, una mirada, con sólo escuchar…puedes ayudar bastante, más que con una visión optimista que, como ayer comentábamos, a veces no es lo que se busca…también aprendí a decir que “No” entendiendo que quienes de verdad nos quieren comprenderán que ese “No”, no tiene que ver con un quiebre en la relación, sino con la confianza de poder manifestar lo que se acepta y lo que no… lo más importante…aprendí a decir “Te quiero”, dos palabras que algunos lanzan al aire como aviones de papel que caen en cualquier lugar, sin peso alguno, sin mayor complicación…esas dos palabras para mí eran un mundo, cuando alguien me las regalaba, a lo más podía responder “yo también”…ahora no, ahora puedo decirlas…claro, no las entrego porque sí…pero cuando las digo, llevan una carga emocional importante porque de verdad las siento y ya no tengo miedo a lo que recibiré como respuesta, entendí que cuando son sinceras no esperan algo a cambio (aunque siempre es lindo recibirlas de vuelta jejeje). Y así, he aprendido tantas cosas… pero aún no aprendo a desligarme de aqueño que me daña…lo busco, lo acepto y lo impregno de optimismo hasta que ya logro darme cuenta de que he vuelto al mismo círculo vicioso…ya pasaste tu ciclo…yo sigo en el centro del mío…me alegra saber que estás listo para seguir volando…sabes que cuentas conmigo para todo…ok…para dar lugar a lo que sigue esta especie de disculpa-agradecimiento-evaluación-etc-etc-etc, insisto, estoy en el centro del proceso… espero no retroceder porque los primeros pasos fueron los más duros…aunque si eso sucede, ya habré recorrido esos lugares y supongo que buscaré otras alternativas…no puedo terminar porque faltan conversaciones…que sea lo mejor para todos…
1 comentario:
mi niña...
siempre estre ahi para ti
si necesitas alejarte par aordenar tu mundo... lo entiendo
y cuando vuelvas te dire...
hola carita de mona
te quiero mucho .
Publicar un comentario