Altos y bajos…angustia difusa…reencuentros…recuerdos…fechas críticas…temores…fantasía de abandono…agh! Todo junto no es buena combinación…
Así han sido estos días…caóticos. Pienso y trato de entender qué es lo que aún no aprendo ni supero, de hecho, porque se repite una y otra vez… odio recordar tus palabras…odio recordar las salidas…odio las casualidades que en realidad no lo son… odio haber visto lo que ví… odio haber creído lo que creí…odio haber sabido lo que supe… odio haber idealizado… odio tener que buscar afuera imágenes que admirar y errar por lo mismo… odio que no te des cuenta de que estoy odiando… ¡odio tantas cosas!... pero odio más no poder odiarte… sí, debo reconocer que no puedo y que, por el contrario a veces siento que me haces falta… claro, luego pienso bien y supongo que no eres tú quién me hace falta sino la imagen que he creado de ti, o en ti, pero bueno…de esto ni te enteras así que da igual, sólo lo escribo porque quiero hacerlo en este instante, porque lo sentí necesario y porque… simplemente lo escribí, sin necesidad de más explicaciones.
De repente espero encontrarte y tengo todo un discurso preparado jaja, me imagino conversando como en esos tiempos, cuando armábamos mundos de fantasía, donde después de haber vivido “las de quico y caco” (como dice mi vieja) terminaríamos disfrutando de… eso…todo eso que hablamos…peleando por quién mantendría a quién sabiendo que somos muy trabajólicos como para pensar en ser mantenidos jaja, era divertido, pensar en todas esas cosas, en molestar al otro si llegaba a suceder eso que tanto terror nos provoca a los dos…pienso en explicar todo lo que sentí, por qué lo sentí y qué me llevó a callar…pero soy cobarde…soy cobarde y lo reconozco…algunos dicen que reconocerlo es algo de valentía…no lo creo…es sólo un escudo más para seguir evitando enfrentar todo esto en que en realidad ya fue…para variar, termino callada, y el discurso nuevamente se queda en el baúl de mis pensamientos…
Claro, vivimos cosas complicadas desde nuestros ojos, quizás los demás han vivido cosas peores pero para nosotros nuestras historias son las peores y frente a ellas nos hemos defendido, y por ellas estamos en lo que estamos… por lo mismo aunque mil veces recibí reclamos, intentaba comprender lo que hacías y lo justificaba… obvio, cómo no, si no podía ver lo negativo… jamás sentí que querías dañar…pensaba que lo que viste y viviste te hacía reaccionar así…lo mismo que yo frente a las cosas que me complican, sí pos…recuerdas? Todas esas cosas que conversábamos y cada uno entregaba al otro un consejo sabiendo que en realidad ese consejo debíamos considerarlo para nosotros mismos… claro, siempre terminábamos viendo tele… era la salida fácil…igual lo pasamos bien jaja era entretenido reirse de los otros, no de la desgracia, sino de las tonteras que hacían después de un par de copas… era entretenido sólo caminar, no saber hacia dónde, sólo avanzar, conversar de la vida, de los amigos, de las historias, de los odios y los cariños, de las comidas ricas y las que no lo son tanto, de la última tontera que hicimos o del último drama que nos contaron o nos tocó vivir…ahora que lo pienso, igual logramos saber hartas cosas uno del otro…
Pero así fueron estas historias…empezaron de una manera extraña…ninguno supo cómo ni cuándo…así mismo terminaron…sin saber cómo ni cuándo…en realidad ambos sabemos…sólo que es difícil aceptar que así fueron las cosas…
De todas maneras gracias por el tiempo compartido y las enseñanzas entregadas…
Insisto…Odio no poder odiarte…
Así han sido estos días…caóticos. Pienso y trato de entender qué es lo que aún no aprendo ni supero, de hecho, porque se repite una y otra vez… odio recordar tus palabras…odio recordar las salidas…odio las casualidades que en realidad no lo son… odio haber visto lo que ví… odio haber creído lo que creí…odio haber sabido lo que supe… odio haber idealizado… odio tener que buscar afuera imágenes que admirar y errar por lo mismo… odio que no te des cuenta de que estoy odiando… ¡odio tantas cosas!... pero odio más no poder odiarte… sí, debo reconocer que no puedo y que, por el contrario a veces siento que me haces falta… claro, luego pienso bien y supongo que no eres tú quién me hace falta sino la imagen que he creado de ti, o en ti, pero bueno…de esto ni te enteras así que da igual, sólo lo escribo porque quiero hacerlo en este instante, porque lo sentí necesario y porque… simplemente lo escribí, sin necesidad de más explicaciones.
De repente espero encontrarte y tengo todo un discurso preparado jaja, me imagino conversando como en esos tiempos, cuando armábamos mundos de fantasía, donde después de haber vivido “las de quico y caco” (como dice mi vieja) terminaríamos disfrutando de… eso…todo eso que hablamos…peleando por quién mantendría a quién sabiendo que somos muy trabajólicos como para pensar en ser mantenidos jaja, era divertido, pensar en todas esas cosas, en molestar al otro si llegaba a suceder eso que tanto terror nos provoca a los dos…pienso en explicar todo lo que sentí, por qué lo sentí y qué me llevó a callar…pero soy cobarde…soy cobarde y lo reconozco…algunos dicen que reconocerlo es algo de valentía…no lo creo…es sólo un escudo más para seguir evitando enfrentar todo esto en que en realidad ya fue…para variar, termino callada, y el discurso nuevamente se queda en el baúl de mis pensamientos…
Claro, vivimos cosas complicadas desde nuestros ojos, quizás los demás han vivido cosas peores pero para nosotros nuestras historias son las peores y frente a ellas nos hemos defendido, y por ellas estamos en lo que estamos… por lo mismo aunque mil veces recibí reclamos, intentaba comprender lo que hacías y lo justificaba… obvio, cómo no, si no podía ver lo negativo… jamás sentí que querías dañar…pensaba que lo que viste y viviste te hacía reaccionar así…lo mismo que yo frente a las cosas que me complican, sí pos…recuerdas? Todas esas cosas que conversábamos y cada uno entregaba al otro un consejo sabiendo que en realidad ese consejo debíamos considerarlo para nosotros mismos… claro, siempre terminábamos viendo tele… era la salida fácil…igual lo pasamos bien jaja era entretenido reirse de los otros, no de la desgracia, sino de las tonteras que hacían después de un par de copas… era entretenido sólo caminar, no saber hacia dónde, sólo avanzar, conversar de la vida, de los amigos, de las historias, de los odios y los cariños, de las comidas ricas y las que no lo son tanto, de la última tontera que hicimos o del último drama que nos contaron o nos tocó vivir…ahora que lo pienso, igual logramos saber hartas cosas uno del otro…
Pero así fueron estas historias…empezaron de una manera extraña…ninguno supo cómo ni cuándo…así mismo terminaron…sin saber cómo ni cuándo…en realidad ambos sabemos…sólo que es difícil aceptar que así fueron las cosas…
De todas maneras gracias por el tiempo compartido y las enseñanzas entregadas…
Insisto…Odio no poder odiarte…